Primeros pasos al Continente Americano – Historia de los Amigos

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PRIMEROS PASOS AL CONTINENTE AMERICANO

Cuarta parte de la Historia de la Iglesia Amigos, tomada del libro «Historia de Los Amigos», cuyo autor es el Dr. Édgar Amílcar Madrid Morales (EPD).

RUMBO HACIA AMÉRICA

Ahora, dejando por un momento Inglaterra, y se dará una mirada a lo que sucedía por este tiempo en el continente americano. Algunos misioneros cuáqueros habían penetrado el continente europeo, como Guillermo Caton, en Holanda. Pero dos mujeres, María Físher y Ana Austin, tenían una visión más extensa aún y, en 1655, decidieron embarcarse hacia la isla de Barbados, de las Indias Occidentales, en Las Antillas. El mensaje fue bien recibido, y luego se convirtieron el Teniente Coronel Rous y su hijo Juan quien, algún tiempo después, se casó con Margarita, hija de Margarita de Fell. Rous era muy amigo del gobernador de Barbados y, seguramente, la isla llegó a ser una “cuna de la verdad”. Al ver los magníficos resultados de sus esfuerzos, María Físher y Ana Austin decidieron extenderse al continente, llegando a Boston, Estados Unidos, por primera vez en Julio de 1656. Éstas fueron las primeras que predicaron el Evangelio Cuáquero en ese continente (The Story of Quakerism, p. 51).

Al llegar ellas, no estaba presente el gobernador, pero su delegado, quien ya había oído rumores acerca de los Amigos, trató de iniciarlos con mano dura. Rápido ordenó que a estas mujeres las dejaran prisioneras y bien custodiadas en el barco, mientras registraban minuciosamente su equipaje. Les encontraron mas de 100 libros y los quemaron en la plaza pública. A ellas las hicieron desembarcarse directamente a la cárcel, sin luz ni materiales de lectura, habiendo sellado la ventana para que nadie entrara en contacto con ellas. Las tuvieron por cinco semanas en esas condiciones, y se habrían muerto de hambre, a no ser que un anciano del lugar suplicó que le permitieran llevarles alimentos. Al principio de su prisión, las desnudaron y azotaron así, habiéndoles buscado en todo el cuerpo si tenían señales de brujerías (The Story of Quakerism, p. 51).

Después, las obligaron a embarcarse otra vez hacia Barbados, donde eran bien recibidas. Sin embargo, dos días después de la partida de estas dos mujeres valientes, desembarcaron en Boston ocho personas más, listas a presentar el mensaje de Cristo. El gobernador no quiso arriesgarse a dejarlos entrar. Los puso prisioneros por once semanas y los desterró hacia Inglaterra. Simultáneamente, la Corte General de Massachussets pasó su primera ley contra los Cuáqueros, imponiendo fuertes multas a los dueños de barcos que trajeran Cuáqueros a la colonia, y que si, a pesar de esto, algún Cuáquero llegaba a Massachussets, debería ser arrestado, azotado, puesto en prisión y desterrado. Al proclamar esta ley en las calles de Boston, un anciano, Nicolás Úpsall, se paró frente a la puerta de su casa y protestó contra esa ley. Inmediatamente, la quitaron multa y lo desterraron (The Story of Quakerism, p. 52).

PRIMERA JUNTA ANUAL

Por ese tiempo, los Amigos del Norte de Inglaterra ya celebraban reuniones anuales con representantes de todos los lugares. A esto Jorge Fox se refería muchas veces con el nombre de “Junta Anual”. Se puede decir que la primera “Junta Anual” de los Amigos se reunió en Skipton, al norte de Inglaterra, en 1660 (The Story of Quakerism, p. 60).

En Londres también habían comenzado a reunirse formalmente, empezando con reuniones para hombres cada dos semanas, así como las sesiones de los ancianos. Luego, principiaron a celebrar sesiones entre las mujeres, quienes comenzaron a ayudar a los necesitados, a la vez que predicaban de Cristo. Así, comenzaron a formar fondos especiales para ayudar a los necesitados y para hacer obra misionera, especialmente para ayudar en Holanda y Alemania, como también algunas giras misioneras por el Mediterráneo. En esa región, las condiciones eran difíciles; como ejemplo, tenemos las experiencias de Catarina Evans, quien cayó en manos de la Inquisición, en las islas de Malta (The Story of Quakerism, p. 63).

LA NAVE MISIONERA

Hasta entonces, las puertas seguían cerradas en la Nueva Inglaterra, al noreste de los Estados Unidos, ya que los barcos no podían transportar Cuáqueros, porque sus dueños eran altamente multados. Pero, Dios habló a Roberto Fówler que construyera un barco “por causa de la verdad” (The Story of Quakerism, p. 64).

Mientras construía el barco, aunque era muy pequeño y muy inadecuado para navegar por el océano, sintió que debía ofrecerlo para llevar el mensaje a Nueva Inglaterra. Al barco le llamó “Woodhouse”, o sea, “Galera de leña”, seguramente por su apariencia. Once estaban preparados para viajar, seis de los cuales ya habían sido expulsados de esa colonia previamente. A éstos se les conoce con el nombre de los «Once Valientes».

El cruzar del Atlántico fue algo de lo más extraordinario. Los Amigos se reunían cada día de viaje para adorar a Dios en silencio y orar por su dirección. Ellos mismos testificaron de haber visto al Señor siguiendo el barco, tal como un jinete guía a su caballo. Finalmente, cinco de ellos desembarcaron en Nueva Ámsterdam, hoy Nueva York, y los demás siguieron al norte para Rhode Ísland.

Entre los que desembarcaron en Nueva Ámsterdam, estaba Rogelio Williams, uno que había sido desterrado previamente de Massachussets, por predicar a favor de la libertad religiosa y de la amistad y justicia para con los indios. Luego, María Clark se fue directamente a Boston, en donde fue azotada y desterrada. Después pereció por naufragio del barco en que viajaba. Pero, entre todos, comenzaron la tarea de anunciar la verdadera salvación en Cristo. Unos eran puestos en prisión y, otros, desterrados, pero siempre surgían nuevos siervos de Dios para proclamar su Palabra; encontraban que ya había grupos de “Buscadores” en varios lugares, quienes estaban deseosos de hacer la voluntad de Dios. Es interesante notar que, en las tierras americanas, a donde los peregrinos, o primeros pobladores, habían llegado a buscar la libertad religiosa, ahora rehusaban darla a los Cuáqueros, quienes también deseaban libertad.

En 1659, tres fueron sentenciados a muerte: Guillermo Róbinson, Marmaduke Stévenson y María Dýer. Al ponerlos en la cárcel, ellos continuaron predicando entre los demás prisioneros. Pero, los soldados golpearon tambores para que no se les oyera su predicación. Al momento de su predicación permanecieron llenos de gozo (The Rise of the Quakers, p. 114). Cuando iban a ahorcar a María, llegó orden de no ejecutarla, pues su hijo había hecho súplicas de que le quitaran la pena de muerte. Al comenzar ella otra vez con su ministerio, la condenaron nuevamente y, entonces, sí la ahorcaron.

MUERTE DE OLIVERIO CRÓMWELL

Por lo visto, cambios de gobiernos no afectaron grandemente las persecuciones de los Cuáqueros. Éstas siempre continuaban. El 3 de septiembre de 1658, falleció el Protector Oliverio Crómwell, y tomó su lugar su hijo Ricardo, quien fue finalmente derrotado en 1660 por Jorge Monk, y éste restauró el reino, colocando en el trono al rey Carlos II. Crómwell había tenido muchas cosas en común con Jorge Fox, y solían platicar sobre sus ideas. Fox le aconsejaba depositar el poder en las manos de Dios (The Story of Quakerism, p. 70).

Su última entrevista con él fue en agosto del año en que murió Crómwell. Seguramente, Crómwell, de sí mismo, habría evitado tantas persecuciones a los Amigos, pero, ante los jueces y otros miembros de las cortes, los Cuáqueros eran intolerables. Al subir al trono Carlos II, la situación, en vez de mejorar, se hizo más lamentable. Los Amigos creyeron que, ante el cambio de gobierno, los prisioneros serían absueltos y, con esa mira, enviaron a las cortes las listas de los Cuáqueros que estaban presos, pero los jueces simplemente ignoraron las cartas.

Un mes después de morir Oliverio Crómwell, falleció también el juez Tomás Fell, esposo de Margarita.

Bajo el gobierno de Carlos II, los Cuáqueros gozaron de cierta tolerancia, habiendo éste ordenado que todos ellos tendrían que ser juzgados en Inglaterra. Pero, esa tolerancia no duró mucho. Luego, se prohibieron toda reunión de Anabaptistas y Cuáqueros. Muchos fueron condenados por asistir a sus reuniones silenciosas.

NUEVA OLA DE PERSECUCIÓN

Nuevamente Jorge Fox fue puesto prisionero en el castillo de Lancáster, acusado por sus amigos de insurrección. El rey mismo deseaba garantizar libertad de conciencia, pero los caballeros de su ejército no estaban listos a ello. En 1662, pasaron una ley que prohibía toda clase de reunión por parte de los Amigos.

El próximo año, Margarita viuda de Fell comenzó a visitar todas las Iglesias de Inglaterra, y así también lo hizo Jorge; pero cayeron otra vez en problemas, porque por esos rumbos había ciertos problemas políticos. Fueron llevados a los tribunales, y condenados por negarse a jurar delante del juez. Para esto, ellos se basaban en lo que el Señor Jesús había dicho: “No juréis en ninguna manera” (Mateo 5:34). Varias leyes fueron establecidas para prevenir la propagación de los Amigos, u otros grupos que no siguieron la forma de la Iglesia Anglicana. Sin embargo, lo que Dios había preparado para ellos no podía ser impedido por nadie.

REORGANIZACIÓN EN LA PRUEBA

En 1666, Jorge salió de su largo período de prisión y, aunque se encontraba muy debilitado, se dirigió lentamente a Londres, encontrando gran parte de la ciudad en ruinas, causadas por un enorme incendio. La “Sociedad Amigos”, como ahora se le llamaba, también estaba en decadencia, por causa de las tantas persecuciones y problemas de disciplina interna. Pronto, se dedicó a organizar los grupos, viajando por toda Inglaterra para establecerles cierta forma de gobierno eclesiástico. Los grupos que se reunían en un mismo lugar, fueron organizados en lo que él llamó “Juntas Mensuales”, y varias de éstas las agrupó en “Juntas Trimestrales”. Las Juntas Generales de un principio ya habían perecido, pero ahora, en diciembre de 1668, se reunieron los ministros de los Amigos en Londres, y decidieron reunirse cada año, formando la “Junta Anual” (The Story of Quakerism, pp. 97-98).

Ésta estaba compuesta por ministros y representantes de las Juntas Mensuales y Trimestrales. Las reuniones anuales se celebraban continuamente cada año en Londres, hasta 1904, cuando comenzaron a celebrarlas en otras provincias. Las sesiones de negocios eran iguales a los servicios de adoración. En ellas esperaban la voluntad de Dios para cada decisión, y no daban ninguna cosa por aceptada, hasta que fuera del acuerdo de todos. Si, alguna vez, no todos estaban de acuerdo con una misma idea, daban un período de silencio y meditación, para que todos oyeran la voz de Dios. Toda esta organización estaba tomando lugar, pero sus servicios siempre se caracterizaban por la ausencia de ceremonias, u otras formalidades litúrgicas.

En el servicio, los hombres se sentaban en un lado y las mujeres en otro, mientras todos esperaban en silencio que Dios hablara. Sus servicios no eran planeados de antemano, ni dirigidos, de la manera en que se acostumbra en los tiempos modernos, sino que dependían completamente de Dios. Las mujeres tenían la misma importancia y privilegios que los hombres, en sus servicios. El matrimonio se realizaba cuando todos estaban plenamente convencidos de que el casamiento de la pareja era la voluntad de Dios.

ROBERTO BÁRCLAY Y GUILLERMO PENN

Por este tiempo, dos jóvenes de alto rango fueron convertidos, Roberto Bárclay y Guillermo Penn. Roberto era escocés, hijo del Coronel David Bárclay, quien había peleado bajo las órdenes de Gustavo Adolfo, rey de Suecia. Cuando niño, fue enseñado en el Calvinismo pero, después, fue enviado a una universidad católica, en París. Posteriormente, su padre fue puesto prisionero por asuntos políticos y, allí en la cárcel, entró en contacto con los Cuáqueros. Ambos, padre e hijo, se interesaron mucho en el nuevo grupo, y llegaron a ser Amigos.

Roberto Bárclay fue un hombre ilustre, y había sido un abogado al servicio del Rey Carlos II y éste, en su afán de perseguir a los cuáqueros, le encomendó la tarea de encontrar una base legal para condenarlos. Para esto, él pensó que debía visitar una de sus reuniones, para ver de qué los podría acusar. Se acercó a la puerta, y comenzó a escuchar. Repentinamente, el Espíritu Santo le alcanzó hasta la puerta, y se vio forzado a entrar, habiéndose convertido a Jesucristo. Ya conociendo a Cristo, como tenía que rendirle un informe de su investigación al rey, en vez de acusar a los cuáqueros, preparó todo un tratado teológico de defensa de la fe de los Amigos, el cual él denominó «Una Apología», y la presentó al rey Carlos II, de Inglaterra, en 1675, bajo el nombre de: “Una apología por la verdadera Divinidad Cristiana, siendo una explicación y defensa de los principios y doctrinas de la gente llamada Cuáqueros” (An Apology, p. 1).

En efecto, es el tratado más completo y bien elaborado que existe de Teología de los Amigos. Fue publicado en 1672, y se presentó al Rey Carlos II en 1675. Primero, se escribió en Latín y, dos años después, en Inglés. Posteriormente, fue traducido al Holandés, Francés, Danés, Alemán y Español Antiguo. Referente a su traducción al Español Antiguo, alguien dudó de su veracidad, porque este dato no aparece en la mayor parte de libros históricos existentes, excepto en el de T. Édmund Harvey, “The Rise of the Quakers”, escrito en Londres en 1905; por lo cual, en 1969, el Misionero Juan Ástleford consultó con el Comité Mundial de los Amigos en Londres, Inglaterra, quienes localizaron dos ejemplares de dicha edición en su biblioteca, traducido por Antonio Alvarado, de Sevilla, España, de los cuales, retuvieron uno y enviaron el otro a la Misión Amigos de Chiquimula, Guatemala.

De la Apología de Bárclay, sólo se han traducido al Español moderno las proposiciones XII, sobre el Bautismo, en 1968, y XIII, sobre la Comunión, en 1972, traducciones hechas por Édgar Amílcar Madrid Morales, autor de este libro. La Proposición XII se tradujo del Inglés, y la XIII fue actualización lingüística del Español Antiguo. Aun existen escasos ejemplares de esa edición antigua en Español. También existe un resumen de la misma titulado: “Una Pequeña Apología” y un Extracto de las mismas. (Hay disponible en Español un resumen de esta obra bajo el título “Una Pequeña Apología”; así también, la “Proposición XII, Sobre el Bautismo, la “Proposición XIII, sobre la Comunión” y unos Extractos sobre toda la Apología.)

Ahora bien, Guillermo Penn, era el hijo primogénito del Almirante Guillermo Penn, hombre de alta influencia en la Corte Inglesa (The Rich Heritage of Quakerism, p. 106). Penn estudió a la Universidad de Óxford, y allí comenzó sus luchas espirituales, para llegar a ser, después, uno de los más valientes de la “Sociedad Amigos”. Guillermo Penn, y algunos otro Amigos, comenzaron a celebrar servicios privados de oración en la universidad, por lo cual, fueron severamente exhortados y multados. Por esa razón, Guillermo comenzó a soñar en las posibilidades de fundar un país, en la nueva colonia americana, en donde reinara completa libertad religiosa.

MATRIMONIO DE JORGE FOX

El 27 de octubre de 1669, en Brístol, Jorge Fox se casó con Margarita viuda de Fell, quien había enviudado más de diez años antes, cuando murió el juez Tomás Fell. Por lo mismo, se convirtió en Margarita de Fox. Sus seis hijas aprobaron la boda, pero su hijo no, porque él no simpatizaba con los Cuáqueros (The Rise of the Quakers, capítulo VI). Diez días después de la boda, ambos volvieron a sus tareas cristianas, cada uno a sus propias responsabilidades. En abril del siguiente año, Margarita fue puesta prisionera otra vez, y ahora costó mucho lograr su libertad. La persecución volvió a tomar fuerza. Luego, vino un famoso juicio contra Guillermo Penn y Guillermo Mead, en el cual, con mucha sabiduría, Penn estimuló a los miembros del tribunal a respetar los derechos humanos y, como resultado, les dejaron en libertad, imponiéndoles sólo una pequeña multa (The People Called Quakers, pp. 55-56).

La sentencia cruel del Parlamento contra Náyler, abrió las puertas a las más crueles persecuciones en contra de los Cuáqueros en general, bajo el pretexto de ser peligrosos y sediciosos.

CONTINUARÁ…

DETALLES

Nombre del libro: Historia de los Amigos
Tamaño: 305 páginas
Idioma: Español
Editorial: SeTeQu
Género: Historia, Religión, Iglesia, Amigos
Formato: PDF
Servidores: Próximamente…
Estado: Funcionando en línea
Fecha de Actualización: 14/06/2025

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